¿Ducharse sin agua y jabón es posible?: ''bruma bacteriológica''.



Como el título adelanta, existe una forma de asearse sin necesidad de usar agua o jabón. Una manera que es natural y que siempre ha existido, pero que con la aparición de los geles, jabones y productos higiénicos hemos exterminado.

La realidad es que puede sonar a guarrada o a antihigienico, pero sin embargo es algo natural. Un nuevo cosmético el cual podría denominarse como ''la bruma bacteriológica''. Este nombre viene por la forma de su aplicación mediante la pulverización sobre la piel y el cuero cabelludo de una ligera capa de un líquido habitado por billones de simpáticas Nitrosomonas Eutrophas.

La función de estas bacterias es la de ''comerse'' aquellas sustancias corporales que generan mal olor dejando la piel libre de suciedad y con un aspecto envidiable.

Lo mejor de todo es que esos micro-organismos se encontraban habitando en nuestra piel, comiendose todos los desechos antes de que empezáramos a utilizar detergentes y acabáramos con ellos.

El inventor de este cosmético lleva hoy día 12 años sin lavarse, unicamente aplicandose su descubirmiento. Él mismo hizo el estudio de como funcionaban estas basterías y comprobó que en la medida que va excaseando la higiene, estas bacterias brotan y se multiplican, haciendo que el propio cuerpo se autolimpie.


¿ADIOS A LA DUCHA?



La realidad es que su inventor no lo vende como un sustitutivo de la ducha sino como un complemento de la higiene. Es más, se recomienda usarlo después de ducharse o antes de irse a la cama. La ducha debe ser normal, con agua y jabón. Al acabar, hay que secarse y es entonces cuando se pulveriza la bruma. Algunas personas que lo han probado aseguran que no huelen, que son capaces de eliminar el olor a sudor. Pero otros aseguran que no es cierto.

El verdadero beneficio que aporta el uso de este cosmético es que regula el pH de la piel.

El producto en cuestión se llama AO+ Refreshing Cosmetic Mist, de los laboratorios AOBiome, y acaba de ponerse a la venta. Cuesta 77 € para un mes y 194 € el lote para tres meses. 

Es tal el éxito de este producto que ya hay hasta lista de espera para hacerse con uno de estos, cada frasco lleva bacterias vivas y su ritmo de reproducción lleva un tiempo que no puede alterarse como si se tratara de una producción en cadena. Estos microorganismos resisten un mes a temperatura ambiente y hasta seis meses en la nevera.

Por ahora solo se puede conseguir en EEUU, Canada y Puerto Rico. A los consumidores de cualquier otro punto del planeta no les queda otra que apuntarse en una lista de pre-venta.
 

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